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Convertimos una tradición europea en una poderosa herramienta de storytelling para una de las marcas más queridas de la cocina: McCormick. El reto era claro: generar expectativa, presencia diaria y conexión emocional con el consumidor durante todo diciembre.
El concepto fue tan simple como potente: un Calendario de Adviento, pero no cualquiera, sino uno diseñado desde cero para regalar sabores, recetas, momentos e inspiración navideña. Cada día era una oportunidad para sorprender y activar.
El proyecto arrancó desde la concepción del diseño del calendario como objeto: un formato en caja tipo regalo que invitaba a ser explorado con curiosidad. Cada una de las 24 ventanas contenía un producto McCormick o una sorpresa inspiradora, cuidadosamente seleccionada para acompañar una receta o crear un ritual navideño.
La estrategia de PR fue acompañar este calendario con una campaña de distribución dirigida a medios de estilo de vida, gastronomía, entretenimiento y creadores de contenido, provocando un flujo constante de publicaciones en redes sociales, historias, reels y menciones orgánicas durante toda la temporada.
Cada caja fue producida con materiales de alta calidad y un diseño gráfico que abrazaba la estética navideña sin caer en clichés. El interior de cada compartimento incluía no solo un producto, sino un mensaje pensado para emocionar y dar ideas: desde sugerencias de maridaje hasta tips para decorar la mesa.
El empaque se convirtió en una pieza digna de aparecer en feeds de Instagram, reforzando la idea de que el producto no solo se consume, también se vive. La narrativa fue cuidada hasta el último elemento, y eso se reflejó en la autenticidad con la que los influencers compartieron su experiencia.
El calendario logró lo que toda estrategia de relaciones públicas aspira: generar conversación orgánica, presencia constante en redes y un vínculo emocional real con la marca. Durante 24 días, McCormick estuvo en el centro de cientos de cocinas, conversaciones y contenidos digitales.
La campaña no solo posicionó a la marca como parte de las celebraciones navideñas, sino que demostró el poder de una estrategia de PR creativa que convierte objetos en momentos, y productos en experiencias memorables.
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