Diseñamos una experiencia íntima y profundamente significativa: Guardianes de Nuestros Sabores, un evento privado protagonizado por el carismático Chef Herrera, quien se convirtió en el portavoz perfecto para una causa tan auténtica como poderosa: reconocer a quienes mantienen viva la herencia culinaria de Latinoamérica.
Celebramos el trabajo diario de agricultores, obreros, cocineros y colaboradores de San Marcos, honrando su rol como verdaderos guardianes del sabor. Bajo este concepto, creamos una campaña emocional que entrelazó orgullo, identidad y pertenencia con una ejecución memorable en todos los sentidos.
Desde el inicio, el proyecto se planteó como algo más que una activación de marca. Era necesario construir un relato que tocara corazones. Así lo hicimos: con una narrativa audiovisual envolvente y la participación directa del Chef Herrera, quien con su sello único conectó de forma genuina con el público interno de la marca.
A través de un video central y una intervención personalizada, dimos vida a una historia que trascendía lo gastronómico: una historia de amor a la tierra, al origen y a los sabores que nos definen. El contenido fue difundido digitalmente, creando un momento compartido aún en la distancia, que fortaleció la cultura corporativa de forma profunda y duradera.
Cada elemento fue pensado para resonar emocionalmente: desde la selección de locaciones, ingredientes y platillos típicos, hasta las tomas de danzas tradicionales, escenas familiares y procesos de producción. La voz cálida y potente del Chef Herrera fue el hilo conductor de un mensaje lleno de respeto y orgullo por lo latinoamericano.
Además, el video fue enriquecido con imágenes del equipo de BIA en acción —en planta, en oficina, en campo— reconociendo su trabajo como parte fundamental del legado culinario de la región. El cierre con el lema “¡Todos somos Guardianes de Nuestros Sabores!” selló la experiencia como una declaración de identidad colectiva.
Esta experiencia dejó una huella emocional genuina. El equipo de San Marcos y las marcas hermanas se vieron reflejados en una pieza que les rindió homenaje, reforzando su compromiso y sentido de pertenencia. La conexión fue tan potente que no solo elevó el posicionamiento interno de la campaña, sino que también abrió la puerta a futuras activaciones con enfoque cultural y emocional.
Una vez más, demostramos el poder de una estrategia construida desde la sensibilidad y la creatividad. Porque cuando una agencia de PR crea experiencias con alma, los resultados no solo se ven… se sienten.